Montes Azules

Hogar de selvas, ríos y ruinas mayas


Por Salatiel Barragán
Monbtes Azules, Chiapas

Decretada como Reserva de la Biosfera en 1978, Montes Azules, cuenta con 331,200 has de selva tropical, donde abundan ríos, cascadas, lagos y sitios arqueológicos entre las selvas más extensas y biodiversas de México.

La región oriental del estado de Chiapas, es considerada la última frontera verde, está delimitada por el río Usumacinta, el más largo y caudaloso de México y posee las más imponentes estructuras mayas.  

La puerta de entrada de esta región es Palenque, uno de los sitios arqueológicos más bellos y mejor conservados de todo el mundo maya. Se trata de un lugar místico que fue gobernado por reyes poderosos, que durante los siglos IV al VII construyeron obras como el Templo de las Inscripciones, el Palacio y su torre Observatorio, la cámara funeraria de Pakal, el Templo de la Cruz y del Sol; por lo que hoy forma parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, por la UNESCO.

Montes Azules, Chiapas. Lacandón

Lacandón entre la selva

Montes Azules fue la primera Reserva de la Biosfera decretada en 1978, con 331,200 has de la selva tropical más biodiversa del país. Forma parte de la Selva Lacandona y constituye una enorme área protegida con paisajes siempre verdes, donde miles de especies de animales y plantas esperan ser descubiertas; cuenta con ambientes poco perturbados donde se desarrollan más de 300 tipos de grandes árboles y es el hábitat en el que se distribuye la mayor cantidad de mamíferos terrestres por hectárea en todo México. Asimismo, la gran cantidad de recursos naturales ha impulsado a que sus pobladores aprovechen el medio y desarrollen programas productivos, integrados a la conservación ambiental.

Lacanjá Chansayab: ecoturismo en la selva

En la Selva Lacandona es posible dormir junto a las aguas azules del río Lacanjá, ubicado en el extremo oriente del estado; aquí existe una decena de campamentos ecoturísticos atendidos por lacandones. En algunos de ellos es posible adquirir artesanías de esta etnia, tales  como tallas en madera y figuras de barro, collares y aretes hechos de semillas y más. Cada campamento ofrece realizar diferentes actividades y todos cuentan con guías que conocen el área y utilizan senderos independientes para internarse por la selva, para observar animales, ríos, cascadas, sitios arqueológicos, lagos interiores y hasta subir a una plataforma de observación sobre una enorme ceiba.

Montes Azules, Chiapas. ingreso a Bonampak

Ingreso a Bonampak

Aquí, los recorridos son muy temprano para percibir el ambiente cálido y silencioso de la selva y avanzar bajo la sombra de enormes árboles, que en algunos casos obstruyen el paso de la luz por lo denso del follaje. En verano las lluvias son constantes, pero no disminuye el calor y la humedad impregna el ambiente; el verde inunda nuestra vista y sólo es posible escuchar el canto metálico de los pájaros que oculta el follaje. Uno de los recorridos más recomendables es por el sendero Ya Tosh Cusam, que cruza 10 puentes y llega a una bella caída de aguas turquesas, la cascada Casa de las Golondrinas.

Montes Azules, Chiapas. Ceiba

Ceiba

Quien gusta de caminar mucho, puede continuar 3 kilómetros hasta llegar a la acrópolis de Lakam-Há, un conjunto de edificios mayas que la selva mantiene olvidadas y sólo es posible visitar con un guía local.  

Una buena opción es dedicarle un día al lago de Lacanjá, ubicado a varios kilómetros del campamento y que vale la pena visitar para admirar sus aguas y navegarlo en cayuco de madera o kayac.    

Río Tzendales, turistas en guacamayas

Río Tzendales. Turistas en guacamayas

Tampoco puedes perderte la visita a Bonampak, una de las zonas arqueológicas más importantes de la zona, porque conserva coloridos murales de escenas bélicas y ancestrales celebraciones mayas; está ubicado a sólo 16 km y sus selvas colindan con el poblado de Lacanjá.

Las Guacamayas y el río Tzendales, ejemplo de conservación

En esta zona y dentro de la Selva Lacandona, hacia el oeste, existen incontables sitios de gran belleza escénica que ofrecen servicios ecoturísticos, como la Estación Ixcán, Chajul y Las Nubes, y pocas decenas de kilómetros adelante están los Lagos de Montebello. Aquí, uno de los espectáculos más llamativos de la selva son las guacamayas rojas, que vuelan en libertad en el Centro Ecoturístico Las Guacamayas, donde se les protege, estudia y observa, por estar en peligro de extinción. En el área se desarrolla un proyecto de nidos naturales y artificiales, donde se pueden admirar estas aves cuando entran y salen del nido que alberga a sus polluelos.

Montes Azules

En esta tierra encantada del jaguar y el tucán, los ruidos más naturales suenan irreales, como sucede con los aullidos de los saraguatos que retumban en varios puntos de la selva. Estos monos aulladores se escuchan antes de verse, semejan sombras ágiles y escandalosas de largos brazos y colas prensiles, cuando se desplazan por las copas de los árboles. Esta porción de la reserva es casi inaccesible porque no cuenta con caminos y solamente algunos ríos permiten conocer una mínima porción. Esto protege a uno de los ecosistemas más representativos del trópico húmedo: la selva alta perennifolia, considerada la más rica y compleja de todas las comunidades vegetales en el mundo.

Con estos antecedentes, procedimos a recorrer en lancha el río Lacantún, para después adentrarnos por el casi virgen río Tzendales, donde pudimos admirar bellos paisajes. En sus riberas vimos palmas de varios tipos, bambúes, sauces, ficus y plantas desconocidas en las orillas lodosas ocupadas por cocodrilos; kilómetros adelante encontramos pequeñas caídas que limitan el avance, el río se estrecha y cada vez abundan más los troncos dentro del agua. Poco a poco las selvas se tornan más impenetrables, donde el silencio sólo es perturbado por el sonido del agua, el canto de algunas aves y los gritos de los saraguatos.

Montes Azules, Chiapas. Cabañas en Las Guacamayas

Cabañas en Las Guacamayas

Es tiempo de dejar estos montes azules, ríos y selvas, donde a cada instante puede escucharse el canto de aves extrañas o el rugido de los monos, lo que nos recuerda que todos debemos de luchar por conservar esta maravilla natural. Aquí cada uno puede sentir la fuerza primigenia de la naturaleza, cuando se adentra en las selvas siempre verdes, admira sus aguas turquesas, visita ancestrales zonas arqueológicas y convive con los últimos lacandones. Además, en la Lacandonia, cada vez es más fácil realizar paseos ecoturísticos con apoyo de guías especializados para admirar cocodrilos, monos, tucanes, guacamayas y hasta encontrarse con el mítico jaguar.

Clima: caluroso y húmedo, con temperaturas de 20° a 25° C promedio anual. Más cálido en el día y de cálido a fresco por la noche, con época seca o de menos lluvias de diciembre a mayo. De preferencia evitar los meses lluviosos entre Junio y Octubre.

Accesos: Por tierra desde Palenque, por la Carretera Fronteriza hasta la frontera con Guatemala. Otra ruta es de Comitán hacia el sur y este, pasando por lagos de Montebello.

Montes Azules, Chiapas. Cocodrilo en río Lacantún

Cocodrilo en río Lacantún

Servicios: Existen alojamientos, principalmente en ciudades como Palenque y Comitán y en algunos poblados. Además, están los desarrollos comunitarios con servicios ecoturísticos, con cabañas rústicas, guías, senderos, observación de aves, kayac, fotografía, interactuar con artesanos locales, visitas a cascadas y sitios arqueológicos. Las mujeres crean bellas obras artesanales con solo lo que el ambiente les da como semillas y ramas.

Qué llevar: Ropa ligera para clima caluroso y zapatos cómodos para caminata, gorra, cámara fotográfica, protector solar, repelente de insectos, agua potable.

Tips e información:

  • Posee árboles de más de 40 metros, como el ramón, el chicozapote, sombrerete, guapeque, el sopo Gualtheria anomala, y destacan los árboles de maderas preciosas como la caoba y el cedro rojo.
  • La fauna silvestre presenta todas las especies de grandes felinos, como los que están amenazados o en peligro de extinción, como el jaguar y el trigrillo, el tapir y aves como el águila arpía, tres especies de tucanes y cientos más que constituyen el 31.8% del total nacional. Abundan los vertebrados medianos como el mono aráña y el saraguato, el guaqueque; entre todos suman el 28.4% de todas las especies de mamíferos del país. Así, existen 11% de reptiles, entre los que destacan la tortuga blanca la boa constrictora, el cocodrilo, al igual que lagartijas e iguanas; además existe un 88% de anfibios y un 14.4% de peces dulceacuícolas.
  • Montes Azules ocupa parte del municipio de Ocosingo y se considera entre los últimos reductos de selvas tropicales lluviosas. Es la mayor extensión de selva perennifolia del país y se encuentra al oriente del estado de Chiapas.

Agradecimientos: Secretaría de Turismo de Chiapas

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